ACCESO: Guardetxe de Olaeta
ZONA: Parque Natural de Urkiola
DISTANCIA: 10,5 KILÓMETROS
DURACIÓN: 3 HORAS
DESNIVEL: +600 MTS
PUNTO MÁS BAJO: 613 MTS
PUNTO MÁS ALTO: 1.057 MTS
MAPA Y TRACK DE LA RUTA (pinchar en Wikiloc para ver y descargar el track):
GRÁFICA DE LA RUTA:
RELIVE DE LA RUTA:
MÁS INFORMACIÓN DE LA RUTA:
En el parque Natural de Urkiola he realizado cerca de 40 cimas, tengo en mente desde hace tiempo el Ipizte, que intentaremos hoy. Para ello me voy hasta Olaeta en Alava, la carretera acaba en el Parking del Guardetxe de Olaeta (613 mts).
Comenzamos siguiendo las marcas de GR.
Cruzamos el río Tentaitzueta y continuamos hacia Zabalandi.
Nos metemos en un bonito hayedo.
El camino nos lleva siguiendo esta marcas de GR por un sendero, que en algún pronto esta muy cerrado.
Llegamos a la pista que viene desde el Santuario de Urkiola hasta Zabalandi.
Pasamos junto al refugio de Zabalandi, camuflado cerca de la pista.
Llegamos al Collado de Zabalandi (898 mts), enfrente tenemos la cima del Ipizte que queremos subir hoy.
Con una mirada hacia atrás podemos ver la preciosa silueta de Anboto, el rey del Parque Natural de Urkiola.
Vamos siguiendo el sendero y los hitos hacia arriba.
Llego a la cima del Ipizte (1.057 mts).
Vuelvo a bajar el ultimo tramo y continuo por sendero más cerca de la cresta.
Llego hasta un punto en el que sale un pequeño sendero hacia el centro de la cresta donde tenemos estas grandes agujas y me desvío.
En esta zona hay una pequeña cueva que tiene un hueco de acceso muy pequeño y escondido. Me quito la mochila para no ocupar mucho y me meto por el estrecho hueco.
Es inevitable tratar la historia del sacerdote Manuel Santa Cruz, que da nombre a esta gruta de las agujas de Ipizte, en Aramaio. Buena parte de la fama de Manuel Ignacio Santa Cruz y Loidi tiene su origen en su aparición en diversas obras literarias, como en la novela de Ramón del Valle Inclán Gerifaltes de antaño o en los libros de Pío Baroja Divagaciones apasionadas y Divagaciones apasionadas Zalacaín, el aventurero.
Manuel Santa Cruz nació en Elduayen el 23 de mayo de 1842. Tras quedar huérfano y ser educado por un tío suyo fraile, ingresó en el Seminario de Vitoria en 1861, siendo ordenado presbítero cinco años más tarde. No tuvo ningún reparo en utilizar el púlpito para divulgar su ideología carlista y deslegitimar el régimen liberal, apoyando el levantamiento de la conocida como La Escodada, lo que supuso ser detenido por la Guardia Civil a la salida de la misa que celebró el 6 de octubre de 1870. No llegó a ingresar en prisión, pues consiguió escapar y refugiarse en Francia hasta que, en 1872, regresó a Euskadi para servir como capellán de las tropas carlistas.
Pese a la derrota de los seguidores de don Carlos y su retirada a Francia, Santa Cruz continuó la lucha al frente de una pequeña partida que se dedicaba a efectuar ataques de guerrillas al grito de “¡Viva la religión, vivan los fueros!” y blandiendo una bandera negra con el lema Guerra sin cuartel. Aquella partida de 50 hombres estaba formada entre otros por Francisco Arbeláiz, el cura Portuetxe; el seminarista José Ramón Garmendia, el estudiante de Lazcano; un guardia civil apodado el jabonero; Esteban, el corneta de Lasala; Ollarra, el gallo; el lechugino; y Juan Egozcue, Kaperutxipi.
Finalmente fue detenido por los realistas y trasladado a Aramaio para su fusilamiento. La sentencia de muerte fue aplazada a la espera de la llegada de Fernando Primo de Rivera, ministro de la Guerra y tío del que años más tarde sería el dictador Miguel Primo de Rivera. En ese impasse, el 11 de agosto de 1873 el cura escapó, descolgándose desde el piso más alto del edificio consistorial de Ibarra con la ayuda de unas sábanas anudadas. Rápidamente fue acosado por las batidas de las tropas liberales, viéndose obligado a sumergirse durante horas en la regata de Aixola, respirando a través de una caña hueca.
Medio muerto por el frío, tras permanecer durante doce horas en las aguas heladas, decidió arriesgarse pidiendo ayuda a un baserritarra al que le gritó “liberala nahiz karlista zarela, atera nazazu bizirik” (“liberal o carlista, sácame con vida”). Para su fortuna, se trataba de un carlista que le ayudó, escondiéndole en la cueva Nardi koba, que desde entonces pasó a conocerse como Santa Cruz, o del Cura Santa Cruz. Durante los tres días que permaneció allí, recuperó las fuerzas necesarias para poder caminar las 24 horas que necesitó para llegar a la frontera de Francia.
En Bayona fue nuevamente detenido, pero encontró refugio entre los jesuitas, que lo acogieron hasta recibir el perdón papal por sus acciones durante la guerra. Su periplo continuó por Londres a donde se dirigió para poder entrevistarse con el derrotado don Carlos y pedirle perdón por el descrédito que sus acciones le causaron. Posteriormente recaló como misionero en Jamaica, siendo finalmente destinado por la Compañía de Jesús a Colombia, donde fallecería a los 84 años el 10 de agosto de 1926.
La cueva es pequeña y con grandes vistas hacia Aramaio.
Hay cantidad de buitres planeando sobre nuestras cabezas.
Bajamos por un sendero, adentrados en un bonito hayedo.
Llegamos al collado de Lezeaga (876 mts) por sendero paralelo a la cresa, a partir de aquí bajamos a la derecha por pista.
Hay un tramo en el que el track nos desvía de la pista para coger un sendero, el sendero por un momento se cierra y unos pocos metros los realizo monte a través, para coger otro sendero que baja directamente a la zona del inicio en Olaeta.