Esta vez Jorge y yo decidimos ir a los pirineos franceses y optamos por alojarnos en Lourdes para visitar las estaciones de Luz Ardiden que yo no conozco y Cauterets en la que ya estuve otro año junto a Gourette.
El primer día toca esquiar en Luz Ardiden una estación normalita en los pirineos.
Lo primero que se ve en el remonte principal es un lago repleto de bastones y guantes.
Las vistas son buenisimas como en todas las estaciones de pirineos.
Como tragan Don Pimpon y su primo.
Esta es la parte inferior de la estación.
Mapa de pistas de Luz Ardiden con 65 kilometros esquiables.
La tarde la pasamos visitando Lourdes, aunque no somos de iglesias no podíamos perdernos ese santuario tan famoso.
La verdad que es enorme, una gran obra de arquitectura.
Ya que estaba le cogí agua a mi ama que si que cree en estas cosas, hay que respetar a todos.
Como decían que el agua era curativa, Jorge casi se baña allí con el tobillo y el cuello hechos polvo. Creo que no sirvió de mucho.
La famosa gruta de la virgen.
Que mono el príncipe de Erandio.
El castillo en lo más alto del pueblo.
Mola más que el de la poli.
Una buena birra y a cenar.
Al día siguiente toca visita a Cauterets, conocida por nosotros como Candanchu II por sus grandes pendientes y su raro calibrado de las pistas.
Hace unos años tuve allí el mayor accidente esquiando que he tenido nunca, caí por una ladera unos 40 metros, atravesando la valla de protección, quedándome a escasos metros de un lago helado, todo quedo en un susto ya que era un día como una gran cantidad de nieve y me amortigüo la caída, en un día pelado de nieve creo que no hubiera salido.
Lo diferente de esta estación es que el pueblo esta bastante lejos, comunicado por remontes.
Las pendientes son brutales, esta seguramente estaba marcada como azul, roja en cualquier otra pista menos en Candanchu y Cauterets.
Mapa de pistas de Cauterets con 40 kilómetros esquiables.