Pasear por el Boquerón de Estena es hacer un viaje en el tiempo de 470 millones de años en la era paleozoica, cuando la Península Ibérica estaba sumergido en un mar poco profundo y rebosante de vida.Los trilobites, animales con un caparazón duro parecidos a los cangrejos actuales, dominaban los ambientes costeros.
El recorrido permite descubrir algunos aspectos de la sedimentación y también huellas de animales de aquella época fosilizadas en la arena.
Comenzamos la ruta en este puente sobre el arroyo del chorrillo.
El boquerón de Estena es un tajo estrecho excavado por el río Estena en su unión con un afluente , el arroyo del chorrillo. La palabra boquerón viene de boca o abertura grande.
Pasamos por las torres de Estena, las tres torres estan alineadas entre sí según una falla. Al romperse, las cuarcitas se trituraron y generaron una roca una roca muy resistente a la erosión que en la actualidad sobresale en forma de paredes.
Bajamos hasta el río para cruzar el puente.
Al final de la ruta encontramos la huella del túnel de un antiguo gusano gigante.
Junto a estas huellas de gusanos marinos, se puede observar también en las proximidades de la ruta, una impresionante pared en la que ha quedado reflejada “una gran congregación de trilobites de más de dos metros ancho por uno de alto”, lo que la convierte en una “huella del pasado, única en el mundo”.
La vuelta la hacemos por el mismo camino.
A la vuelta vemos el cartel del Risco Tirapanes.
Más información en mi track: BOQUERON DE ESTENA
Mapa de la ruta:
DISTANCIA: 4,5 KILÓMETROS
DURACIÓN: 1,5 HORAS
DESNIVEL: +45 MTS
DIFICULTAD: PASEO