A esta salida estamos apuntados 8 personas: Teo con su perra, Aitor, Urtzi, Txus, Peru, Juanri, Carolina y yo.
Llegamos a San Cebrian de Múda donde dejamos los coches, pasamos todas las mochilas al todoterreno de Teo que lo subirá hasta el refugio. Los demás vamos subiendo andando y a mitad de camino tenemos reservada la entrada a la Reserva y centro de interpretación del bisonte europeo.
Primero nos dan una charla sobre esta reserva sacada adelante por la gente del pueblo, dando ejemplo de como se pueden conservar los montes dejando animales en libertad y una manera ideal de invertir el dinero, ya que asfaltando, anchando aceras y cambiando el alumbrado, el pueblo quedaría muy bonito pero no atraería turistas.
Esta es la pagina web de la reserva: http://www.bisonbonasus.es/
Después de la charla nos llevan a verlos, tienen 9 ejemplares en 200.000 metros cuadrados de robledal y pradera.
Tras una gran experiencia en la Reserva del Bisonte europeo, continuamos andando por la pista hasta llegar al refugio.
En cuanto llegamos lo primero es hacer fuego en la chimenea para tener calefacción.
No hay luz, así que nos arreglamos con las frontales y velas.
Después de la cena, una cerveza a la luz de la luna entra muy bien.
Ahora toca acondicionar todo para dormir lo mejor posible en nuestros sacos.
Al día siguiente ha que desayunar bien para coger fuerzas, nos espera un buen día de monte.
Continuamos la pista que sigue hacia arriba del refugio por zona muy arbolada.
Llegamos a una zona que es un mirador natural hacia el valle que nos rodea.
Pasamos por otro refugio que tiene la puesta abierta y esta muy bien acondicionado, con mesa bancos y una chimenea.
Dejamos la pista y giramos 90º a la izquierda para continuar subiendo monte a través por la pradera, en la zona alta se ve mucha niebla.
Muy cerca de aquí se pueden contemplar el puntiagudo Espigüete y más a la derecha el Curavacas que subimos el año pasado.
Volvemos a coger una pista que nos lleva hacia arriba.
Nos toca pisar unos 200 metros de nieve que ha quedado en zonas más sobrias donde no pega el sol.
Queda pasar una zona de rocas grandes.
Hasta encontramos restos de antiguas ruedas de piedra.
Llegamos a una zona donde hay un gran mirador hacia Picos de Europa y Alto Campoo.
Giramos a la derecha y nos queda el último repecho antes de la cumbre.
Llegamos a la cumbre de Valdecebollas (2.143 mts) muy extensa y llana, con una gran formación de piedras con escaleras para subir y una cruz arriba.
Sale un precioso día de sol sin viento y podemos hacer el hamaiketako en el mismo buzón.
En las inmediaciones de la cima hay varias formaciones de piedras colocadas como grandes monolitos, me recuerda a la del monte Aldamin.
Bajamos por el mismo sitio y nos desviamos un poco a una zona que es un gran mirador natural hacia Espigüete y Curavacas.
Las vistas son muy diferentes, hacia el sur esta la gran llanura de Castilla y hacia el norte y oeste esta plagado de cumbres cubiertas de nieve.
Bajando Carolina sufre un percance ya que se le despega la suela de una de las botas arriba y más abajo la otra, ya estaban acartonadas, tenemos suerte que la pisada es cómoda en este monte con mucha hierba y pistas de tierra. En un monte de piedra hubiera sido peor.
Una vez abajo, toca cambiarse y preparar la comida, ya que tenemos parrilla en el exterior.
Todo tiene muy buena pinta y tenemos mucho hambre, ya que hemos desgastado mucho esta mañana.
Gran final para un fin de semana entre amigos, bien organizado por Teo.
Mapa de la ruta:
Distancia: 25 kilómetros.
Duración: 6 horas.
Dificultad: Fácil.