DISTANCIA: 6 KILÓMETROS.
DURACIÓN: 2 HORAS Y MEDIA.
DESNIVEL: +230 MTS.
DIFICULTAD: FÁCIL.
Esta vez Itxaso, Valle, Miren y yo realizamos una ruta en el Parque Natural de Aiako Harria, dominado por la inconfundible silueta de las Peñas de Aia, el de hoy es el escenario de una excursión que nos lleva a una de las estaciones prehistóricas mas interesantes de Euskal Herria.
Las alturas del Valle de Oiartzun, con sus características amables y redondeadas, fueron elegidas como morada por grupos de pastores de la Edad de Hierro, que dejaron tras de si mucho monumentos megalíticos. El pastoreo sigue siendo una de las principales actividades de estos montes, en los que el excursionista comparte los senderos con rebaños de ovejas y manadas de caballos.
Comenzamos la ruta en
Artikutza Sarrera (Entrada de Artikutza) donde encontramos la Casa del Guarda de Eskas. El único acceso por carretera es por la Gi -3631 que parte del municipio de Oiartzun (Gipuzkoa) y tras 15 km, y una vez superado el puerto de Bianditz, llega a la portería de Artikutza (Eskas)
El bosque de Artikutza enclavado en tierras navarras pero perteneciente al ayuntamiento de San Sebastian, en un autentico tesoro natural, una rareza histórica que hechiza al visitante que la pisa por primera vez.
Historicamente los terrenos de Artikutza pertenecía a la Real Colegiata de Santa Mria de Roncesvalles hasta que en 1844 pasó a manos privadas. Los primeros empresarios comenzaron a explotar los terrenos abriendo minas y construyendo un tren para transportas el mineral.
Sin embargo la historia de estos bosques cambió cuando en el año 1902, cuarenta personas murieron de fiebre tifoidea en San Sebastián. Cuando los técnicos municipales comenzaron a buscar el origen, encontraron el foco en la finca de Artikutza, donde había varios enfermos. Desde aquí la enfermedad se había trasmitido por el río Añarbe hasta llegar a la ciudad.
Para asegurar la pureza del agua en el año 1919 el ayuntamiento compró por 3 millones de pesetas de la época la finca, cerrando las minas y explotaciones ganaderas, de ahí el excelente estado en que se encuentra el bosque de Artikutza.
Si se quiere continuar con vehículo a motor hasta el barrio de Artikutza, 6 km más adelante, hace falta un permiso que habrá que entregar al guarda en Eskas. Dicho permiso se debe solicitar en el servicio de información del Ayuntamiento de San Sebastián (Udalinfo) 943 48 10 00, ó 010 si se llama desde San Sebastián.
Cogemos el sendero que sale a la izquierda y nos adentramos en el pinar.
Vamos pasando por varias pequeñas regatas.
Nos metemos en un precioso hayedo con hayas centenarias.
El musgo verde hace de esta zona un paraje precioso. Caminamos por la antigua vía que unía Artikutza con Lesaka.
Nos encontramos con varias casetas de cazadores.
Llegamos al Collado de Pagolleta donde encontramos un refugio de cazadores, hasta esta parte la ruta es bastante llana.
A partir de ahí toca subir paralelo al vallado.
Tenemos buenas vistas con Peñas de Aia a la izquierda y La Rhune a la derecha.
Llegamos al Galtzarrieta (813 mts) la primera cima del día, con buenas vistas hacia Las Landas, Biarritz, también el Valle de Baztan.
Ahora toca bajar y volver a subir un poco más.
Llegamos a la cima del Bianditz (844 mts) que tiene unas grandes vistas hacia Donosti y el Jaizkibel.
Continuamos ya que vamos a realizar una circular.
Recorremos este cordal.
Toca realizar una bajada muy pronunciada por esta ladera, hasta legar a la carretera y luego tenemos que cruzarla para coger una pista que sale paralela a la carretera.
Encontramos un cartel que nos habla sobre el tren que existía para transportar el mineral y os túneles que existían.
Llegamos de nuevo a Eskas.