ACCESO: CHELE
ZONA: VALLE DEL MUSTANG
DISTANCIA: 17,3 KILÓMETROS
DURACIÓN: 9 HORAS
DESNIVEL: +1.500 MTS -800 MTS
PUNTO MÁS BAJO: 3.026 MTS
PUNTO MÁS ALTO: 3.786 MTS
MAPA Y TRACK DE LA RUTA (pinchar en Wikiloc para descargar el track):
GRÁFICA DE LA RUTA:
RELIVE DE LA RUTA:
MÁS INFORMACIÓN DE LA RUTA:
Continuamos esta aventura en el Valle del Mustang, hemos dormido en el pueblo de Chele ubicado en el Upper Mustang.
Desayunamos pan tibetano, huevos, cafe, etc... para coger fuerzas para esta dura etapa.
Hay 3 etapas de las 9 que son duras y esta es una de ellas.
Salimos del pueblo de Chele subiendo desde el inicio, buscando la carretera principal del Valle, que sube en zig zag sorteando las montañas.
Hemos dormido en Chele con otra pareja de japoneses que están haciendo el Mustang siguiendo la carretera, llegamos a esta curva y nosotros cogemos el Trekking Trail, un camino mucho más bonito y duro que atraviesa, cañones, puentes, pueblos, collados, etc...
Vemos las dos primeras cabras azules en este trekking, junto al Leopardo de las Nieves es el animal típico de esta zona.
Cruzamos un largo puente tibetano para poder atravesar el cañón.
Miramos hacia atrás para poder observar las grandes montañas del Himalaya.
Llegamos al pequeño pueblo de Ghyakar donde encontramos a toda la gente local trabajando recogiendo paja.
Es super importante no salirse del sendero, si pisas sus zonas de cultivo o coges una manzana puedes meterte en un problema.
Teneos la oportunidad de ver un Halcon del Himalaya.
Encontramos a la gente recogiendo las patatas y las manzanas.
Recorremos sus estrechas calles.
Encontramos antiguas estupas, que siempre las tienen recién pintadas.
Ahí vemos venir a una mujer mayor con una cantidad importante de hierba en sus espaldas.
Vemos un par de chacales muy cerca nuestro y varias perdices.
Enfrente vemos la pista por la que están subiendo los japoneses y se están perdiendo unos lugares espectaculares.
Ahora nos toca una bajada espectacular hasta el cañón y volver a subir.
Las vistas son espectaculares hacia el Himalaya.
Hacemos una paradita para descansar un poco.
Llegamos al pueblo de Samar donde paramos a comer.
Nos espera un buen plato de Dal Bhat.
Despues de comer atravesamos las calles de Samar para salir del pueblo.
Tenemos que bajar para llegar a ese puente cruzarlo y subir hasta el collado que tenemos en frente.
Vamos a por el segundo puente del día.
Recorremos una zona de senderos espectaculares, cruzando ríos y cañones.
Ahora llegamos a esta zona que es especial para el avistamiento de aves.
Vemos una gran cantidad de perdices y buitres.
Llegamos a uno de los collados que vamos a cruzar hoy.
Recorremos rincones espectaculares.
Tras un sube y baja, llegamos a otro collado.
Ahora nos toca una gran bajada buscando el fondo de este enorme cañón.
Disfrutamos de cantidad de aves, volando por las paredes del cañón.
Llegamos hasta el fondo del cañón y cruzamos el rio, nosotros tendríamos que subir hacia la derecha para ir al pueblo donde dormimos hoy, Achut nos dice que por el cañón de la izquierda existe una cueva que es interesante de ver, así que tiramos hacia arriba para visitarla.
Tras subir por el cañón un montón de escaleras, encontramos la Cueva Chungshi Rangjung y dentro existe un Monasterio.
Nos abren las puertas y en el interior encontramos un monje que vive solo los 365 días de año en este monasterio que tiene 1.800 años de antigüedad.
Nos dejan visitar el interior de la cueva que esta iluminada con placas solares.
Hay un montón de culto a Budha y le encienden las velas todos los días para sus ofrendas.
Volvemos a bajar por las mismas escaleras hasta llegar de nuevo casi al río.
Cambiamos de cañón y lo recorremos por su precioso sendero.
Existen cantidad de cuevas en las rocas, donde anidan los buitres.
Llegamos al pequeño pueblo de Syanboche donde nos alojamos hoy.
Nos toca cenar, como siempre comemos muy bien.
Nos revisan la salud con el oxímetro y estamos de lujo.
Información sobre el Valle del Mustang (Nepal)
EL REINO PROHIBIDO DEL MUSTANG
Mustang es el último reino perdido sobre la faz de la tierra. Exclusividad, tradición y misterio son las tres palabras que mejor definen este maravilloso y recóndito lugar. A caballo entre Nepal y Tíbet, ha permanecido herméticamente aislado del resto del mundo durante siglos. Gracias a esto, destila encanto y espiritualidad en cada uno de sus rincones.
El Reino de Mustang ha pertenecido como vasallo a estos dos lugares simultáneamente durante un largo periodo de tiempo. Hoy en día forma parte de Nepal, aunque conserva gran influencia de la cultura y las tradiciones del Tíbet. Durante siglos sus fronteras han permanecido cerradas para los visitantes. Incluso hoy, tan sólo un millar de afortunados al año tienen la ocasión de visitarlo, pagando previamente una alta tasa.
De las profundas gargantas del río Kali Gandaki a la visión espectacular del Annapurna, uno de los ochomiles más bellos de nuestro planeta. La aridez del alto desierto o la forma de vida tranquila y ancestral de sus apenas 9.000 habitantes. Sus templos y monasterios o la necesidad de un permiso especial para visitar algunas zonas. Todo en el Mustang nepalí hace sentir al viajero que llega hasta allí como un espectador realmente privilegiado.
Upper Mustang es el lugar más extraordinario dónde realizar esta actividad, no sólo del país, sino probablemente del mundo.
Puesto que la apertura de la región al turismo ha comenzado hace muy poco tiempo, la zona aún no está explotada y la afluencia de visitantes es mucho menor que en el resto del país. Además, la ubicación de Mustang, entre altas montañas, crea un microclima, a salvo de los monzones habituales en otras zonas como Everest o Annapurna.
UN TREK LLENO DE TRADICIONES
Al recorrer los senderos que transcurren entre sus aldeas, podremos observar la aridez del terreno y la dureza de la vida cotidiana en tan extremas circunstancias. Los habitantes de esta región están poco acostumbrados aún a la presencia de occidentales en sus tierras. Sin embargo, comparten sus tradiciones casi con la misma curiosidad con la que el visitante observa su modo de vida.
Esta inaccesibilidad unida a la sensación que te invade, cuando recorres sus territorios, de que el tiempo se ha detenido son, sin duda alguna, el mayor encanto de este reino prohibido de Mustang.
Los paisajes que se despliegan ante nuestros ojos, en cada una de las jornadas, completan esta maravillosa y única experiencia. Así, a lo largo del recorrido nos encontraremos con una vista excepcional del majestuoso Annapurna, que se erige orgulloso con sus más de 8.000 metros de altura, o el Dhaulagiri con mayor elevación que este, incluso.
EL ESPECTACULAR PAISAJE DEL UPPER MUSTANG
No menos fastuoso es el desfiladero que discurre entre estos dos ochomiles, el Kali Gandaki, horadado por el río del mismo nombre. Es el cañón más profundo del mundo, llegando a los 5.500 metros de desnivel, desde el suelo de la grieta hasta la cumbre del Dhaulagiri a 8.167 metros, y como tal un fenómeno de la naturaleza digno de mención y de la atención del viajero.
Un microclima protege de las lluvias durante todo el año gran parte del territorio de Mustang. Esto hace que la vegetación sea escasa y permite el disfrute de una escena peculiar a lo largo del camino. Áridos parajes y caprichosas siluetas en las formaciones rocosas, con peñascos rojizos y anaranjados, que en ocasiones nos recuerdan a una imagen lunar, y que hacen este recorrido aún más curioso.
UNA FAUNA ESCONDIDA
Entre las áridas tierras de Mustang crecen el leopardo de nieve o las ovejas azules, dos insólitas especies propias de la zona. También podemos ver chacales, perdizes, marmotas, buitres del Himalaya, Quebrantahesos, Alimoches, Aguilas. etc... Eso si, son escurridizas. Casi tanto como el mítico y fantástico abominable hombre de las nieves, que según las leyendas se esconde en las montañas del Himalaya.
LOS MONASTERIOS DE MUSTANG
Diseminados por todo el territorio, existen numerosos monasterios. En ocasiones erigidos en rincones alejados de las rutas principales, ponen de manifiesto la religiosidad que se respira en cada rincón de este reino perdido.
Si a estas primitivas fábulas, transmitidas de generación en generación hasta nuestros días, le añadimos una sociedad que continúa hoy viviendo como lo hacía siglos atrás, fiel a sus ancestrales tradiciones y completamente aislada del mundo exterior, el resultado es un destino fascinante, intrigante y excepcional.
Un buen ejemplo de todo ello es el Monasterio de Lo Gekar. Es uno de los lugares más sagrados de Mustang y según los lugareños, fue construido por Padmasambhavael, fundador del budismo tibetano. También cuentan que en este templo se escondió, y aún se conserva, el corazón de un demonio que aterrorizó a la población durante años.
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