Aprovechando la jornada continua de verano me escapo para hacer una ruta corta, que se puede hacer por la tarde sin problemas. Para llegar a Basondo hay que pasar Gernika dirección Lekeitio y girar a la derecha en las señales que indican Bosque de Oma y Cueva de Santimamiñe, al final de la carretera esta el parking de la cueva donde se deja el coche.
Esta zona es ideal sobre todo para ir con niños, tiene El bosque pintado de Oma, la Cueva de Santimamiñe y el parque de recuperación de animales de Basondo en apenas 50 metros.
El Ereñozar se ve puntiagudo cuando estamos llegando.
Dejamos el coche y subimos las escaleras dirección al centro de visitas de la cueva.
Continuamos subiendo y llegamos a la entrada de la propia cueva que esta cerrada con verjas. A la izquierda de la entrada de la cueva sale un sendero que tendremos que coger.
La primera parte tiene mucha hoja suelta en el suelo y patina mucho, debido a la gran pendiente del sendero. Hay que seguir las flechas rojas dibujadas en las piedras.
El sendero es bastante cerrado y directo hacia arriba por lo que hay que echar manos a las piedras y sobre todo a los arboles que tenemos. Cuando se abre algún claro apreciamos como cogemos altura a gran velocidad.
Se llega a una pedrera, también con bastante inclinación.
Tras media hora de subida y una buena sudada, ya que no te da ni un respiro (subida corta pero intensa), se llega al muro que rodea la ermita. Hay que salvarlo por la izquierda.
La verdad que es una pequeña cima con unas vistas impresionantes y no le falta de nada, tiene la bonita ermita de San Miguel, un bloque geodésico, buzón una mesa de orientación.
Las vistas hacia la reserva de la biosfera de Urdaibai son geniales.
Con zoom se aprecia el castillo de Arteaga.
Hay una gran panorámica a esa zona.
Le hecho un vistazo al buzón y escondida tras varios dibujos de niños que dejo allí, encuentro una tarjeta del conocido club de montaña Juventus, a los que devolveré la tarjeta.
Hacia el interior también tenemos amplias vistas hacia montes de gran importancia en Bizkaia.
Hace mucho calor, hoy puedo tomar el sol.
En la fachada de la ermita hay una cuerda, no se si será tradición pero yo tiro para tocar la campana.
Esta ermita fue al parecer la parroquia originaria del municipio. Esta presidida por una imagen barroca popular del patrono y alberga un sepulcro encabezado por relieve con busto orante posterior al siglo XV. Según la tradición, el agua de lluvia recogida en la tumba cuenta con propiedades curativas de la sarna y otras enfermedades de la piel.
Hacia la otra vertiente se ve el pueblo de Ereño cerca, desde la parte de atrás del ayuntamiento sale una carretera vecinal asfaltada que lega a un pequeño parking a pocos metros de la cima, bajo por allí para explorar y me encuentro que en 5 minutos llegas a la carretera. Por eso he decidido no subir por ahí, desde Santimamiñe es más divertido.
Vuelvo a subir y leo varias informaciones sobre el antiguo castillo que existía en la cima.
Sobre la cima del Ereñozar existió desde al menos el siglo XII un castillo en el que algunos señores bizkainos, capitaneados por D. Juan Nuñez de Lara y el conde D. Tello resistieron en el siglo XIV el asedio del monarca castellano Alfonso XI.
Decido baja por el mismo sitio, allí abajo se ve el coche.
La bajada hay que hacerla con mucho cuidado, hay mucha pendiente, resbala mucho y hay saltos de rocas. Hay que ayudarse mucho con los arboles para no resbalar.
En 25 minutos se llega a abajo.
Mapa de la ruta:
Más información en el track de amgv: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4158397
Distancia: 2 kilómetros.
Duración: 1 hora.
Dificultad: Fácil.
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