Toloño

domingo, 6 de julio de 2014

Anie o Auñamendi (2.507 mts) desde La Piedra de San Martin

Después de subir al Hiru Erregeen Mahaia, Aitor, Fernan y yo nos quedamos a pasar la noche en un albergue de Isaba con intención de realizar la ascensión de otro mítico de la zona, el Anie o Auñamendi.


Para ello nos dirigimos dirección Belagua y subimos el puerto hasta el alto de la Piedra de San Martin, a la altura del mojón nº 262, donde hay un parking donde dejar el coche.
Tributo de las tres vacas:
Todos los años, cada 13 de julio desde 1375, los vecinos del valle de Baretous (Bearn) cumplimentan un tratado que consiste en entregar tres vacas a los del valle de Roncal. Tras años de enfrentamientos entre los habitantes de ambos lados de la muga, llegaron a un acuerdo que hoy en día se ha convertido en una fiesta muy popular y en el tratado en vigor más antiguo de Europa.
Junto al mojón nº 262 el alcalde de Isaba pregunta por tres veces a sus vecinos si están dispuestos a pagar nuevamente el tributo de las tres vacas, y ellos contestan por tres veces que sí. Seguidamente todos los alcaldes ponen sus manos sobre el mojón, siendo el edil de Isaba el último en colocarla. es entonces cuando pronuncia las palabras "Pax avant, pax avant, pax avant" (Paz en adelante), que lo vuelven a repetir todos los demás ediles.




Desde el mismo mojón sale un sendero por la parte trasera que seguiremos, en cuanto comenzamos a caminar se ve a la izquierda el Arlas y al fondo a lo lejos el Anie o Auñamendi, el objetivo de hoy.


Tenemos unos pequeños sube y baja por sendero y campas.



Sin salirnos del sendero llegamos al Arlas que tendremos que bordear en la falda por su vertiente sur.


Tras rodearlo llegamos al collado de Pescamou, cada vez vemos más cerca el precioso Anie, impresiona con su forma piramidal.



Seguimos este sendero en dirección a la zona rocosa, a a izquierda nos encontramos con un refugio metálico cerrado y unas marcas escritas en la piedra que indican hacia Espagne por donde venimos y hacia Francia a la izquierda, continuamos de frente.


Entramos en contacto con la inmensa meseta calcárea de Larra, auténtico mar pétreo de difícil progresión, es más sencilla cuando la nieve cubre todas las irregularidades.



En esta zona se juntan las marcas rojas, con las amarillas y blancas.


Nos toca cruzar bastantes neveros, no nos gusta y los evitamos todo lo que podemos, hemos visto varios que están huecos por debajo y esta zona esta llena de simas.



Vamos siguiendo los hitos o cairns que hay cada pocos metros, hay que estar muy atento en todo momento para no desviarte del camino.



En esta zona se avanza muy lentamente, buscando el camino, saltando simas, evitando neveros.



Alguna de las marcas se encuentran debajo de la nieve.



Seguimos avanzando hasta ponernos en la parte baja de esta verdadera pared.



Poco más adelante encontramos marcas hacia izquierda y derecha, hemos leído que la subida se hace más cómoda por la parte derecha por lo que tiramos hacia allí, si hay algo de nieve es aconsejable coger el de la izquierda, para otra vez ya lo sabemos.



Al haber tirado hacia la derecha las marcas nos llevan directas a este gran nevero sin pisadas y con una gran inclinación, es muy peligroso subir por ahí sin crampones y piolet, por lo que hay que buscar una alternativa, por encima del nevero se distingue un sendero.


Bajando más a la izquierda encuentro una estrecha chimenea por la que conseguimos subir, para ponernos en la parte superior del nevero.


Ya estamos en el sendero que veíamos antes desde abajo.


Un grupo de franceses vienen por el desde la zona norte.


Ahora toca la última y fuerte subida por sendero en zig zag y un último tramo de piedra.


Estamos en la cima del Anie o Auñamendi (2.507 mts), la primera montaña pirenaica en superar los 2.500 metros de altitud desde el Océano y la primera que da la impresión de verdadera alta montaña.


Muy cerca podemos observar Hiru Erregen Mahaia, donde estuvimos ayer.


aunque se halla en territorio Bearnés, no dista a más de un kilómetro de la muga con Nafarroa. Si unimos esto al hecho que el Auñamendi es la montaña sagrada de los Vascos y que incluso recibe su nombre en Euskera, nos hallamos en un pico que al menos sentimentalmente, sería el más alto entre las montañas de Euskal Herria, título oficial que ostenta el Hiru Erregeen Mahaia.


Se dice que en esta montaña vive Yanagorri (Mari) y fragua tempestades, tanto es así que los lugareños de Lescun prohibieron ascender a esta montaña durante un tiempo. Aquí podemos observar la zona recorrida de Larra.


Preciosas vistas.


Se adelanta la lluvia y nos pilla arriba en la cima.


Los franceses han abortado a 20 metros de la cima y se dan la vuelta, les adelantamos en la bajada.


Entra la niebla y llueve con mucha fuerza, esto es lo peor que te puede pasar en Larra, ya es difícil orientarse en esta zona, con niebla es imposible guiarse por los cairns y las marcas. Por lo que decidimos seguir por el sendero hacia el norte que tiene mejor visibilidad. Subimos por la línea roja y bajamos por la amarilla.


Tras seguir el sendero y pasar tres peligrosos neveros se abre y volvemos a tener visibilidad, más adelante encontramos unas marcas y cairns que giran a la izquierda en dirección al Arlas que vemos al fondo, allí vamos, siguiendo de frente como vamos acabaríamos en Francia.



Ha llovido con mucha fuerza y ahora el tiempo nos da un respiro.



Seguimos el camino y venimos hablando de lo bien señalizada que está esta zona con marcas cada 3 metros, justo hablamos y se pierden las marcas. Subimos por este nevero por donde se ven huellas de rebecos en dirección a un pequeño collado.


A partir de aquí se ven bien los hitos, aprovechamos a comer lo que hemos llevado ahora que ha dejado de llover.


Cada vez estamos más cerca del Arlas que hoy ha sido el faro que nos ha guiado por el laberinto de Larra para volver al coche.



El inmenso desierto karstico.


Encontramos un sendero cerca de la estación de esquí que nos sube hasta el collado de Pescamou, por fin pisamos hierba.


Una vista atrás y vemos la inmensidad de Larra, hemos ido por la derecha y hemos vuelto por la izquierda, cerca de la pared que se aprecia al fondo a la izquierda.


Llegamos al collado pegado al Arlas, esto nos suena de la ida.


Reto conseguidoooo.


Ahora toca volver al coche, hoy nos ha ayudado mucho el Arlas para volver, otro día volveremos para coronarlo y darle las gracias.



Última foto de grupo con el Anie entre nosotros.


Mapa del recorrido:




Más información en el track de eloscarfr: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=511443

Distancia: 19 kilómetros.
Duración: 7 h 15 min.
Dificultad: Difícil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario