En el pueblo esta señalizada la cascada de Sorrosal, donde da comienzo la Vía Ferrata.
Esta vez estamos apuntados Aitor, Txus, Aingeru, Juanjo, Eva, Fernan, Gaizka, Ugaitz, Asier, Juanri y yo.
El acceso a la ferrata es impresionante.
El comienzo es impresionante con una cascada de unos 50 metros de altura.
Esta Via Ferrata es muy conocida, eso sumado a que es domingo y agosto, hace que tengamos que esperar por la cantidad de gente.
Una persona va dando paso a los grupos escalonadamente para que no tengan que esperar en la pared.
Los grupos tienen que tener un máximo de 8 personas por lo que nos dividimos en dos grupos.
Comenzamos con una escalera vertical.
Arriba podemos ver la escalera que lleva hasta el túnel.
En casi todo el recorrido, aparte del cable donde vamos sujetos con el disipador hay una cadena en paralelo para agarrarse.
La roca esta llena de barro por el paso de la gente y está resbaladiza, también hay peldaños hechos en un tronco.
El segundo grupo ha salido y ya se les ve por ahí abajo.
Ahora toca una zona horizontal, hasta llegar a la larga escalera vertical.
Esta zona es divertida con varias escaleras verticales, en las que tienes que pasar de una a otra en varios puntos.
Hacia abajo la caída es importante.
Llegamos a la entrada del túnel y tenemos sorpresa.
Han abierto la compuerta que canaliza este agua y el túnel tiene una importante bajada de agua.
Así que hay dos opciones mojarse y andar por el agua o trepar por las paredes para no mojarse.
La zona baja tiene las piedras muy pulidas, por lo que hay que pisar en la parte alta de las piedras para tener agarre.
A la salida del túnel nos encontramos en este precioso lugar, dentro del cañón.
Cruzamos un pequeño puente nepalí, para ir por la pared opuesta.
Al fondo del cañón nos encontramos con una cascada de unos 10 metros.
Subimos a la parte alta donde se puede descansar.
A esta zona le llaman la playa.
Esta ferrata tiene mucha variedad y el entorno es precioso, es un ejemplo de que para hacer una buena Vía Ferrata no hace falta colocar gigantescos puentes.
Después de la playa hay una zona donde no vas sujeto y ha una soga para ayudarse, parece que a acabado la ferrata, pero no.
Continuamos con una vertical.
Buenas vistas hacia la playa.
Llegamos al mirador, donde podemos observar el pueblo de Broto.
Salimos al bosque donde parece de nuevo que a acabado, pero queda todavía un tramo.
Desde aquí hay buenas vistas al camino que hemos realizado, esta repleto de gente.
Ahora si, salimos al bosque y siguiendo el sendero sin perdida, bajamos al pueblo.
Subimos al camping El Chate a ducharnos, darnos un chapuzón en la piscina y comer a gusto.
Duración: 2 horas.
Bajada: 20 minutos.
Desnivel: 126 mts.
Longitud: 2 kilómetros.
Dificultad: K2.
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