Esta vez nos acercamos Valle, Josu y yo al precioso Parque Natural de Urbasa y Andia, la foto superior es de la Cueva de los Cristinos donde nos introduciremos al final de la ruta, esta sacada por el fotógrafo Gontzal Garate, en este enlace explica la dificultad de sacar una foto como esta.
Aparcamos en el pequeño pueblo Navarro de Larraona (768 mts), en el mismo pueblo esta Urbasa Abentura, un espacio de puentes tibetanos y tirolinas.
Salimos del pueblo hacia el interior de Urbasa, subiendo por una pista de hormigon con bastante desnivel, al inicio de la ruta tenemos una fuente.
Vamos cogiendo altura y vemos Larraona desde las alturas.
Llegamos al puerto de Larraona y entramos en el Parque Natural.
Llegamos a la ermita de San Benito (974 mts).
Al lado encontramos un dolmen.
Nos salimos de la pista y continuamos este camino hacia la cornisa de los farallones de Urbasa.
Es un espacio protegido con grandes ejemplares de hayas.
Tendremos que seguir el camino hasta la cima que se ve enfrente.
Llegamos a la zona conocida como Los Setos donde el camino cruza el muro de piedra.
En esta época están preciosos los hayedos con el verdín en el tronco y las hojas caídas en el suelo.
Llegamos hasta este punto, la cima se encuentra en la parte alta.
Han colocado dos tramos de escalera metálica que hay que ascender con cuidado.
Llegamos a la cima de Aizluze (1.068 mts) situada justo en la muga de Araba y Nafarroa, merece la pena subir las escaleras hasta la cima, ya que desde arriba hay bonitas vistas.
Al fondo se ve Larraona, desde donde hemos salido.
En el descenso de la escalera, hay que extremar las precauciones más todavía.
Continuamos el sendero, nos metemos en provincia de Araba y nos toca subir hasta la cima del Murube (1.129 mts)
Ahora nos toca bajar bastante, a la izquierda veremos abajo la carretera que viene de Opakua.
Subimos un poco para llegar a la cima de Kontrastarregaina (1.072 mts).
En la misma cima encontramos un Muerdago.
Retrocedemos sobre nuestros pasos y hay un momento que nos adentramos en el bosque a la izquierda, al fondo tenemos que ir a buscar una pista, la primera zona se hace bosque a través y es necesario la utilización de GPS, más adelante encontramos sendero y flechas amarillas. En esta época del año se puede ir bosque a través fácilmente, en primavera con hierba más alta, zarzas, hojas en los arboles, será más complicado cruzarlo.
Llegamos a la pista (997 mts) y nos toca un tramo bastante llano que se hace con rapidez. Encontramos bastantes bordas para guardar los animales por el camino.
Llegamos a este cruce de pistas, la de la derecha viene de la ermita de San Benito directamente, nosotros cogemos la de enfrente hacia la cueva.
En la parte inferior de este sendero encontramos la entrada a la cueva de los Cristinos (929 mts), aprovechamos en la parte alta para preparar las frontales y ponernos ropa de abrigo antes de entrar.
La entrada esta preparada con escaleras y una cadena para sujetarse, aún así suele estar bastante resbaladiza la bajada y hay que hacerla con cuidado, en esta entrada a habido accidentes.
Entramos a una primera sala donde dejamos las mochilas, podemos observar alguna formación en el techo.
La verdadera joya de esta cueva esta en la segunda sala, a la que se accede por unas escaleras, una pequeña puerta y una zona donde hay que agacharse.
Una sala con el techo bastante liso, repleto de pequeñas estalactitas.
Desde el centro de la segunda sala vemos el final de la cueva donde podemos observar la preciosidad del lago subterráneo, con estalactitas, estalagmitas y columnas.
La verdad que es difícil hacer buenas fotos en el interior de la cueva con la oscuridad que hay, las fotos no hacen honor a lo que realmente vemos en el interior. Por eso os enseño una foto de un profesional como Aitor Abadia, donde se ve mejor los detalles de la cueva.
Tras un bonito recorrido por la cueva en solitario, decidimos salir.
En el último tramo del recorrido entramos en lo que llaman el bosque encantado, donde encontramos rocas gigantes que mucha imaginación se le pueden intuir formas de animales, etc...
Llegamos de nuevo al puerto de Larraona y volvemos a bajar por la pista que hemos subido.
Paramos a comer en el Restaurante El Ventorro en San Roman de San Millan, en plena llanada Alavesa, bajo el monte Baio.
Mapa de la ruta:
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Relive de la ruta:
DISTANCIA: 14 KILÓMETROS.
DURACIÓN: 4 HORAS.
DESNIVEL: +500 MTS.
DIFICULTAD: FÁCIL.
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