Desde aquí podemos ver muy bien los Picos de Europa.
En unos 15 minutos nos situamos en el parking para vehículos que da acceso al Molino de Bolao, donde encontramos unas edificaciones en ruinas donde se encontraba el molino. Este se usó para moler el trigo de la zona y para ello se construyó una pequeña presa que modificó la forma de la cascada.
Junto a las edificaciones baja el arroyo de la Presa que da lugar a este bonito lugar y una cascada de unos seis metros de altura que desemboca directamente en el Mar Cantábrico.
Tras el molino y siguiendo el curso del arroyo llegaremos a un puente que nos permite cruzar al otro lado. Ascendiendo por la pista tomamos un desvío a la izquierda para llegar al borde del acantilado donde nos encontramos un bonito banco que nos deja unas bellas vistas del lugar.
Volvemos a bajar y cogemos un sendero bonito que recorre la parte alta de estos preciosos acantilados.
Salvando las distancias esta zona me recuerda a las Highlands de Escocia, es verdad que estos acantilados no tienen tanta altura, pero también son espectaculares.
Recorriendo el acantilado llego hasta la Punta de la Rebollera.
Aquí puedo ver este aguilucho que deja que me acerque.
Desde la punta voy directo hacia la pista del interior.
Llego a la furgo para desayunar.
Mapa de la ruta:
Más información en mi track: MOLINO DE BOLAO
Distancia: 4,5 Kilómetros.
Duración: 1,5 horas.
Desnivel: +100 mts.
Dificultad: Paseo.
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