Una impresionante cascada nos recibe antes de unirse con el río Ebro.
Es la segunda vez que lo visitamos, pero esta vez el agua baja con mucha más fuerza debido a los meses de lluvia que llevamos y al deshielo.
En la parte alta del pueblo, el agua va encauzada por el medio del pueblo, pasando por antiguos molinos.
Un cartel nos indica las cuevas de la zona, la primera es la cueva del agua, donde nace este río con fuerza y forma la cascada.
Desde las alturas podemos observar los camellos, enfrente.
Subiendo por la calle La Cuesta, ya imaginareis porque tiene ese nombre, encontramos en la última casa este cartel, que indica la proxima cueva a 200 metros y la última a 400.
seguimos un bonito sendero.
Y llegamos a la cueva del Barbancho, de la que también sale agua y nace una cascada.
Continuamos el camino y esta zona esta peligrosa, estrecha y resbaladiza. Hay que pegarse bien a la pared y agacharse porque no hay altura.
Son 40 metros, luego se sale a sendero abierto.
Llegamos a la última cueva, la del Nispero, esta esta seca y parece que con linterna y serpenteando se accede.
Damos media vuelta y volvemos hacia el pueblo.
Después de comer en el restaurante Ana de Cigüenza que me habían recomendado varias personas, cerca de Villarcayo donde nos pusimos a las cartolas. Fuimos a visitar Puentedey.
Muy cerca esta el parking de acceso a la cascada de la Mea.
Por este sendero se llega en 5 minutos.
Llegamos a esta bonita cascada.
A la que se puede acceder por dentro.
Y pasar al otro lado.
Volvemos por el mismo camino
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