Toloño

sábado, 8 de diciembre de 2012

Zermatt (Suiza) y Cervinia (Italia)

Jorge y yo decidimos realizar un viaje que teníamos pensado desde hace años a Suiza para disfrutar de la estación más bonita del mundo, calificada por muchos esquiadores.
Para ello trato con Leo Imesch, un hombre de la zona que tiene apartamentos de alquiler en el pueblo de Zermatt y emprendemos el viaje en coche hasta allí, había tramos con una buena nevada cerca de Grenoble donde tuvimos que ir en la autopista un rato detrás del quitanieves. 
Entramos en Suiza y directamente te paran para comprar por 30€ una pegatina valida para todas las autopistas del país durante todo un año. Cuanto tenemos que aprender.
Llegamos a Ginebra y nos sorprende el inmenso lago Lemán el que rodeamos por autopista durante más de una hora pasando por Lausanne hasta llegar a Montreux. En alguna ocasión no se ve tierra al fondo y parece un mar.
  



Llegamos a la región de Valais hasta llegar al pueblo de Sierre, hay nos desviaremos a la derecha para empezar a ascender dirección Tasch. 



Ya empieza a marcar Zermatt, dejamos el desvio a la izquierda de Saas Fee y continuamos de frente, hacia Zermatt.


Llegamos al pueblo de Tasch, aquí hay que dejar el coche en un gran parking subterráneo ya que en el pueblo de Zermatt no está permitido la circulación de vehículos a motor. El parking está comunicado directamente con la estación del tren cremallera que sube a la gente a Zermatt.  


Hay muy buena frecuencia en el horario. Compramos los billetes de ida y vuelta por unos 6 €, disfrutamos de las grandes vistas en la subida del tren.



El recorrido del tren es de unos 5 kilómetros y dura 15 minutos.


Llegamos a la estación de tren de Zermatt con la plaza del pueblo donde tienen en medio un gran abeto natural adornado para navidad, en esa misma plaza está la oficina de turismo donde poder consultar. 
Las calles están totalmente nevadas y el único transporte es en taxi eléctricos estilo a los carritos de golf o en trineos tirados por caballos. 
Nosotros ni preguntamos y fuimos andando hasta el apartamento que está al otro lado del pueblo. Claro lo bueno es que es uno de los más cercanos a las pistas de esquí. El apartamento está de lujo, no le falta de nada. 


Leo también estuvo muy agradable, habla perfectamente inglés, le pagamos la mitad del apartamento por adelantado y la otra mitad cuando llegamos, le dijimos que se quedara con los cambios y nos dijo que no, que nos tomáramos unas cervezas.
Nos dejo un obsequio, Toblerone que no sabíamos que era de allí, incluso tiene dibujado el mítico monte en la caja. Y también vino de la bodega Imesch, de su propia familia.
La zona de Sierre está plagada de viñas.


Con vistas al Matterhorn desde la terraza, estamos en un bajo y está todo repleto de nieve fuera de la terraza.


Salimos a la noche a dar una vuelta por el pueblo, totalmente adornado con luces de navidad.


Las calles y los tejados repletos de nieve le dan un toque impresionante.


La calle central está repleta de tiendas y escaparates.


Este es el abeto de la plaza de la estación del tren.


La zona más antigua del pueblo es chulisima con las casas de piedra y madera típicas.



El segundo día comenzamos a esquiar después de haber comprado el forfait para 5 días no consecutivos en la categoría de internacional para poder esquiar también en la estación italiana de Cervino. La estación es gigante con lo que hay que planificar los días.
Me encanta el plano de pistas, por una cara sale el de invierno y por la otra el de verano, lo nunca visto.


Hoy decidimos esquiar por la parte central de la estación de Zermatt.


Pasando entre barrios de casas y mucho arbolado.


La gente se reparte muy bien por la gran cantidad de kilómetros por lo que parece que bajas solo.


Hace bastante frío y el día esta muy nublado.


Vamos hacia la parte baja, que se está mejor.


En esta zona sorprende pasar por calles girando entre cabañas.


Y las pistas entre arboles que en verano son las pistas que utilizan los montañeros para subir.


Es una zona muy bonita de ver pero con muy poca pendiente donde hay que remar en varias zonas, no es aconsejable para snowboarder, Jorge lo sufrió en sus carnes.



Seguimos pasando cabañas, incluso nos encontramos con un bar en la pista con música a tope donde la gente para a tomarse una cerveza antes de acabar de bajar.



El tramo más bajo se hace paralelo al río por lo que no hay pendiente y toca remar hasta llegar al pueblo.


Antes de cenar sacamos la botella de vino a la nevera.


Empieza a nevar y vamos a tener unos pocos centímetros de nieve virgen para el día siguiente.


Después de cenar salimos a dar una vuelta por el pueblo con le nevada que cae.


Los jardines de las casas están hasta arriba de nieve.




Hasta el taxi, se ha quedado congelado.


El tercer día han dado malo, la visibilidad arriba es muy mala y decidimos no subir y visitar el pueblo de día, descansamos y desayunamos fuerte.


Yo tengo unos pocos francos suizos que he sacado antes de ir.


El pueblo es una pasada, parece de película.


El nuevo estilo de farola.


Cualquiera se pone debajo de ese tejado.


Estas edificaciones nos recuerda a los horreos asturianos y gallegos.


Hay un gran contraste entre la calle principal repleta de personas y otras cercanas sin gente más acogedoras.



Han hecho los deberes en verano, recogiendo leña para el invierno.


En la calle principal hay cantidad de tiendas vendiendo, material de esquí, navajas, relojes cuco o chocolate típico de la zona.


Yo no me puedo resistir a comprar una navaja suiza.


Detrás del pueblo hay unas paredes verticales de la montaña impresionantes.


En el centro del pueblo al lado de la iglesia se encuentra el museo Matterhorn, dedicado a los muertos de la primera expedición que subió al mítico monte.


Tomamos unas buenas cervezas.


Con música en directo.


Y como tenemos mono de esquí nos ponemos la ropa y Jorge se tira por la terraza con la tabla.


Y yo hago el ángel ya anocheciendo.



El 4º día decidimos subir hacia Gornergrat  y Stockhorn en las faldas del conocido Monte Rosa. Desde el  teleferico pordemos observar debajo los caminos de madera que se introducen por las grietas sujetados en las paredes de piedra en una de las rutas más conocidas de esta zona en verano.


El día esta cerrado y las fotos a contraluz salen muy bien.



Subimos hasta Stockhorn (3.405 mts) para hacer una bajada larga donde las primeras zonas son muy estrechas y técnicas.




También aprovechamos a pisar un poco de nieve en fuera pistas.


Hasta quedarnos hundidos.



Bajamos hasta Riffelberg que aunque tiene nombre de ciudad del señor de los anillos, tiene su estación de tren en mitad de la estación de esquí y nos sube hasta Gornergrat.



No es habitual tener un tren en plena estación de esquí que te vaya cogiendo en paradas para subirte arriba.


Llegamos a Gornergrat (3.089 mts) donde hay un precioso observatorio.


El ángel de Jorge.

Desde el observatorio tenemos magnificas vistas al glaciar Gornergletscher, uno de los cuatro grandes glaciares que tiene la estación.


Bajando podemos contemplar por fin el Matterhorn que llevaba varios días escondiéndose de nosotros.



La parte inferior que rodea al pueblo esta repleta de bosque y eso le da un encanto a la zona.


Por algo dicen que es la estación más bonita del mundo y no es la mejor porque le falta inclinación pero por el entorno, el paisaje y  la calidad y variedad de los remontes se ha ganado esta fama.


Hace viento en la zona de Schwarzsee Paradise y han parado los remontes de la zona en pocos minutos solo se ve el cable y han recogido las sillas para que no las balancee el viento.


Vamos a la zona de Sunnega ya que es tarde y por la parte central no podemos bajar, lo intentamos y las pistas más bajas que enlazan con el pueblo están cerradas.


Lo intentamos por varios sitios sin éxito, hasta que vemos en el mapa un remonte directo de Zermatt a a Sunnega y tras buscar por varios sitios encontramos una entrada como si fuera el metro.
Es el funicular de Sunnega que desde esta zona hoy es la única manera de bajar al pueblo, hay que tener mucho cuidado ya que la pendiente de las escaleras es muy pronunciada y la rigidez de las botas de esquí no ayuda.


Más tarde cae otra cerveza antes de cenar.



El 5º día sale el sol y podemos disfrutar del cielo azul.


Hoy el acceso a Italia esta abierto pero solo mediante perchas ya que el teleférico de Matterhorn paradise esta parado, es difícil pillar un día sin viento a 3.900 metros.


Aprovechamos a esquiar por la pista más cercana al Matternhorn por la parte Suiza.



Y conseguimos observar vistas tan bonitas como esta.


Cogemos las dos largas perchas, subiendo durante media hora con toda la cara tapada porque el fuerte vientohacia daño, hasta llegar a Plateau Rosa.


Aquí tenemos grandes vistas hacia la zona italiana.



Y después de preguntar por la hora del último remonte hacia Suiza podemos hacer el tonto por la nieve.


Llegamos esquiando hasta el pueblo de Cervinia.




Vamos hasta la zona más cercana al monte Cervino, llamado así por los italianos y Matterhorn por los suizos.


Me llevo hasta allí la camiseta del club de monte (TMT) para exhibirla junto a uno de los montes más míticos del mundo.


Volvemos a bajar por el pueblo.



La estación de esquí tiene en el interior centro comercial y tenemos que andar por las escaleras mecánicas para coger el teleférico que nos lleve a Suiza.


En esta zona los teleféricos son más modernos.


Más fotos desde la parte alta.


Vemos el teleférico de Matterhorn paradise funcionando por primera vez, pero es tarde y hay que bajar hacia el pueblo.


La estación de la parte alta del teleférico esta dentro de la montaña y la salida esta en la parte trasera por lo que hay que cruzar la montaña por el interior mediante un túnel excavado.


Bajamos que ahora toca ducharnos y cenar.


Salimos por la noche después de cenar.



Hay un gran ambiente en el Pollux.



El 6º día vamos directamente a Cervino (Italia) y subiendo podemos observas varios corzos.



Esta ez subios en teleférico hasta Matterhorn paradise a 3.900 mts. 


Bajamos desde allí hasta Cervino, una buena bajada.



Nos encontramos con esta escultura en medio de la pista.


Probamos pistas que no habíamos tocado el día anterior.


Vistas del valle de Zermatt desde Matterhorn paradise.


La última y larga bajada.


Lo bonito de ir esquiando por el propio pueblo, nosotros tenemos el alojamiento cerca pero hay un trenecito que va por todo el pueblo repartiendo a la gente gratis.




A la noche toca un poc de billar en un bar que encontramos con las cervezas más económicas.



Y algo de discoteca también.



El 7º día decidimos subir desde Zermatt a Gonergrat en tren.


Es muy aconsejable hacer este recorrido uno de los días, el paisaje es impresionante desde el tren, mucha gente sube de turismo a hacer fotos y coincidimos al lado con una familia de navarros  con los que subimos charlando.



Hemos visto el Matterhorn de muchas maneras en pocos días, pero esta para mi es la mejor, con el fondo blanco nublado y algo de niebla en la parte baja.




Se cruzan los trenes que suben y bajan con el Monte Rosa (4.634 mts) de fondo.


Esquiamos muy cerca de las vías del tren.


Subimos hasta Rothorn para hacer una buena bajada.



Para el Matterhorn siempre hay fotos.


Las calles nevadas de Zermatt con los trineos y carrozas tirados por caballos.



También hay imágenes de uno de mis ídolos en su propio país.


Se hace de noche y continúan las carrozas.


Incluso nos encontramos con un reportaje de unos novios.


Mapa de pistas de Zermatt  con 200 km esquiables y Cervinia con 160 km.











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